martes, 1 de junio de 2010

Poemas de Lourdes Sifontes Greco

SILENCIOS

Algo se dice en la mudez,
algo me ronda aquí, en el hundimiento, en la cuesta, en la
abstención,
salta al lar de una palabra jamás dicha, detiene tiempos,
fragua rocas de alerta y de batalla,
adiestra los quehaceres del oído, del tráfago, de la solercia
abierta que eclosiona,
tiende a la ventura un puente,
destila los silencios hacia la inclinación del desvarío.

No sé si esto es la calma,
si el rumor que no sabe de investirse
-desnudez de raíz y de destello-
nos pertenece a todos.
Sólo sé
que a veces es así, ésta, y no otra,
la puerta del poema.

CÁRCEL

Sólo hay una pared tapizada de libros
que se multiplica y me circunda
cada vez que entro a una habitación,
cada vez que cruzo una avenida,
cada vez que me rodean los árboles.
No es extraño. Así sucede siempre.
Todo se transforma
en lo que soy.


Lourdes Sifontes Greco

(Los poemas posteados pertenecen al libro "De cómplice y amante", Monte Ávila Editores, 1993.

Lourdes Sifontes Greco.(1961). Poeta, narradora, profesora universitaria. Ha publicado: "Puerta de hangar", "Los nuevos exilios" y Oficios de auriga". En 1982 obtuvo el premio del Concurso de cuentos de El Nacional y en 1985 fue finalista del Concurso Internacional Juan Rulfo. Lourdes Sifontes Greco no suele aparecer en las antologías poéticas de Venezuela. Recuerdo su figura silenciosa, tímida, por los pasillos de la Escuela de Letras de la Universidad Central de Venezuela, cuando comencé a ir de oyente. Había ganado el concurso de cuentos de El Nacional con un polémico cuento que nadie entendía. Andrés Cardinale, un amigo de pasillo, me la presentó. Esa sencilla muchacha, que era Lourdes entonces, era también una lectora voraz, erudita, que ya cul minaba su pregrado en Letras. Luego haría una maestría y doctorado en Literatura en la Universidad Simón Bolívar, en donde ha ejercido la docencia. Que yo sepa no ha vuelto a publicar libros de poesía, aunque puedo imaginarla siempre escribiendo algún verso.Hace muchos años que no la he visto, la Academia parece haberla escondido en algún laberinto. Recientemente, tropecé su libro "De cómplice y amante", en uno de los cambalaches que organiza relectura y decidí compartir algunos de sus versos con los eventuales lectores de mi Bitácora.