viernes, 19 de febrero de 2010

Sylvia

XVI

Lenta e impecablemente me llenas el alma de lobos alucinados, de gusanos bebedores de memoria. Me llenas de tu rostro y transparentemente caigo en la búsqueda de tu piel.
El silencio bulle. Me aflige no encontrar tu rastro. En sueño desesperado te ofrendo la frescura de mis venas rebosantes de vida. Sedienta, extiendes tus brazos desde la sombra. Sin piedad alguna me arrastras entre cadáveres malolientes obligándome a mirarme frente a frente.
Tu risa de fuego secreto me espanta. Me conjura a un tránsito ciego. Me muestras el fatídico tiempo de los vivos, desangrándome, desvelándome...
Tras las láminas puras de la muerte -lenta e impecablemente- me besas con tus labios enrojecidos. Me besas. Me llenas de demonios liberadores. Legión -borde de la noche- hazme sucumbir. Cólmame de tu placer abierto en su vientre. Satisfazme de tu hija que me viene en sueños. Tú, Sylvia, río de oscuridades, música de la noche. Inmólame en su piel. Ofréceme en holocausto eterno. Acepto mi destino con delicia, acepto mi muerte en su vida. Ese es mi destino, ser caliz del retorno.
Valmore Muñoz Arteaga
Valmore Muñoz Arteaga. (Maracaibo, 1973). Poeta y ensayista, docente universitario. Ha colaborado en los diarios El Nacional, El Universal, La Verdad y El Venezolano y en revistas científicas y culturales tales como Espéculo, La rosa profunda, Predicado, Guiarte, Sólo literatura, Panfleto Negro, Letralia. El Texto posteado pertenece a su libro Sylvia, publicado en 2008. También ha publicado Bajo la caligrafía de la noche.