martes, 11 de agosto de 2009

Eleazar León


Adiós a Eleazar León

Eleazar León (Caracas, 1946) murió tempranamente días atrás. Nos deja un número importante de libros de poesía publicados y una mirada terriblemente melancólica en la memoria. Eleazar coordinaba en la Escuela de Letras de la UCV el primer taller de poesía al que asistí, como invitada, por Gabriela Kizer, en los tempranos 80's. Fue también, pues, docente, durante más de dos décadas. Su poesía es poesía de honda subjetividad, que desde sus primeros libros indagó en los misterios, las angustias, del alma humana. En 2004 se me encomendó la producción editorial de su libro de poesía en prosa Papeles para un adiós. Después de muchos años sin verlo tuve que llamarlo por no me acuerdo qué asunto vinculado con la producción de su libro. No había cambiado, era el mismo hombre silencioso, melancólico, cordial. En el café Arábica revisamos esa tarde lo que debíamos revisar, le comenté sobre mi visita a aquel taller de poesía que coordinaba en la UCV. Como un pequeño homenaje dejo aquí un texto de su libro Papeles para un adiós, aunque en realidad los poetas nunca mueren, siempre nos acompañan un poco en sus versos.

PLEGARIA PARA EL SILENCIO

Quiero una plegaria para el silencio, para las voces inoídas que poseen las silabas de mi felicidad, mi sufrimiento, todo el destino desconocido que me separa de mí mismo, su garra, su cautiverio.
Hay palabras de barro, palabras de hueso, palabras de silencio.
No quiero hablar, pero la ausencia de promesas como regalos de porvenir pone una música en mis labios y yo silbo el silbo de la sal cuando es ahogada por el silencio de la marea.
Ecos y ecos llenan mi pecho de un aire de otras edades, la resonancia del gemido de quien vio la orilla y no la alcanzó, el suspiro de quien tocó el cuerpo del deseo y lo dejó seguir como una ráfaga en una alta montaña.
Para la esperanza esta época es un látigo.
El fuego, el fuego, el fuego.
El fuego del alma, brilla por fin, para que la ceguera no devore el mediodía de nuestros ojos.
(De Papeles para un adiós, Monte Ávila Editores Latinoamericana, 2004)